Pisco Sour
domingo, agosto 24, 2003
 
¿Quién eres? (Silencio)


No tengo ni idea de qué es la vergüenza, por lo menos no una definición específica como para escribir sobre ella. Se confunde, rabia, impotencia, nostalgia, deseo, pudor, miedo, esperanza, ninguna relación aparente, pero examinación cuidadosa revelará vinculaciones. A la mierda.

En todo caso, el pasado está muerto y devorado por pequeñas criaturas voraces que Stephen King llamó Langoliers. Al mismo tiempo que vonertía el futuro en una inercia abandonada, pero con sabor. Yo me entiendo, y eso es lo único que me importa. ¿Te acuerdas de esos días? ¿Te acuerdas de las diferencias? ¿No crees que sería mejor olvidarse? Si, definitivamente. El olvido es seguro. El problema es la injusticia, porque el Karma funciona muy, pero muy mal últimamente. Eso de equilibrio cósmico, el efecto de la liga universal, me cago verdaderamente. Nadie tiene comprada la felicidad y el destino no tiene favoritos, mas sin embargo uno esperaría que la felicidad, como fuerza suprahumana colectiva, tendría por lo menos un poquito de consideración para los pequeños mortales en desventaja. Pero confundo terminologías. Lo importante es que la felicidad, como fuera suprahumana colectiva, tiene un sentido del humor ácido y oscuro, lo cual de por sí está bien, pero por eso mismo dan ganas de sacarle la entreputa de vez en cuando. Como fuerza suprahumana colectiva.

Pero realmente se vuelve irrelevante después de un rato. Después de mucho pensar, darle vueltas, recordar, zurrarse, injusticiar (fuerza suprahumana colectiva), etc etc etc, todo vuelve al mismo punto de partida, que ya no es el mismo de hace muuucho tiempo, sino uno completamente nuevo, y es consciente de sus limitaciones y toda esa basura. El punto es que llega la hora de irse en ese momento, y te vas, sin mayor rumbo ni esperanzas pero solo con ganas de irte, y eventualmente llegarás (con suerte, o no) y tal vez el camino sencillamente te haga darte cuenta de que hay otro destino y rumbo, y que realmente el pasado te puede besar ciertas partes donde el sol no cae, y aunque tal vez el presente también, en ese momento no importa, porque disfrutas el supuesto presente.

Irónico, claro, que tienes sueño y tal vez estás soñando, y no sabes cuánto de todo eso es verdad. Pero no importa. Supongo. Lo que importa es que . . . si, eso mismo.
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