Pisco Sour
jueves, octubre 27, 2005
 
Teatro mágico
¿Qué es la filosofía? No es fenomenología, ni hermenéutica. No es analítica. No es positiva. No es arte. Es uno de esos sutiles placeres, como sonarse una nariz llena de moco. Es patología, es juego, como un rompecabezas con piezas polimórficas que van y vienen.

Es juego. Puede ser divertido, pero es enfermo, y más aún, está enfermo, está enferma, cómo consigo misma, pudriéndose lentamente entre iluminadas disertaciones y palmadas en la espalda entre amiguitos. Políticamente correctos, burgueses y bohemios, hasta que tengamos que pelear acerca de la interpretación de una palabra, de una coma, y nos abalancemos unos sobre otros como fieras.

¿Y mientras tanto? El mundo se sigue jodiendo, y nosotros, autodenominados guardianes (de sentidos originarios, de polis ideales, de qué-sé-yo, pero siempre guardianes), escuela de superhéroes, nos embebemos en nuestra irrelevancia y seguimos hablando de primeros principios cuando pasaron ya los últimos finales. "Cómo luchar con ese sol, con la política y con Dios". . . pues como quien se atreve un poco a jugar. A matar a Armanda en la última sala.

Bienvenidos al teatro mágico. Sólo para locos.
Comments:
Sí, quizás sea un tema de justos medios, no se trata de cerrarse a la razón, eso es ridículo, pero sí reivindicar un poco la locura. Quizás siempre estemos enfermos, quizás no hay cura o sea falla de fábrica. Quizás podamos encerrarnos en grandes salones a perdernos en metáforas de plantas y raíces. Pero exportamos, nunca es tan simple, por aluna extraña razón sí guardamos algo aunque lo guardamos sólo para nosotros, como el hombre que sacaba por las noches el Gran Tornillo para contemplarlo unos segundos, aunque no entendiera por qué sabía que había algo más, para luego esconderlo cuando escuchaba a alguien acercarse. No podemos escapar a la razón pero sí a instalarnos cómodamente en ella, a no buscar siempre el plus ultra en el más acá (porque para más allás mundos de ideas y similares pavadas) y quedarnos con que tout va très bien, madame La Maquise, tout va très bien. Porque entonces, ¿para qué? La técnica, la ciencia, nos salvará, quizás. Pero el pathos no me lo arrancarán de mis dedos muertos y congelados. Rigor mortis.
 
Lo que mas me asombra de la filosofia es que se puede hablar de ella. Se puede hablar de ella como si estuviera mas alla de los filosofos. Recuerdan a Boecio encerrado en su celda mugrienta esperando a ser reventado por los verdugos romanos. A este sujeto se le presento la filosofia. Era una chica que estaba mas alla de todos los hombres y sin embargo todos los hombres la querian poseer para adornarse y ser felices. Cuando Boecio todo marica se pone a hacer poesia influenciado por las musas, viene la filosofia y ahuyenta a todas esas ramerillas que hunden al pobre hombre. Se pone a conversar con Boecio y lo calma. Razonan juntos, Boecio recuerda que ha sido justo consigo mismo. La filosofia le dice que ha sido justo y que deje de ser marica. Pero cuando se va, como Boecio esta solo en una celda cochina lejos de su esposa y sus amigos y sus hijos y sus libros, entonces otra vez las ramerillas lo hacen cantar. Es lo mejor que puede hacer antes de morir. Entonces otra vez aparece la filosofia y otra vez conversan. Asi hasta que es ejecutado.
 
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